Una agonía corta pero sumamente vergonzosa… Y que quede claro que no es ataque, sino mera descripción, porque solo así se puede resumir el papel de México en la copa mundial de Qatar… Dos partidos tibios y un tercero de buen juego no son sinónimo de futbol de calidad internacional… Ayer, cuando México quiso jugar bien frente a Arabia Saudita, ya era demasiado tarde… Y esta vez no tuvimos ni el consuelo del “ya merito”… Tres partidos y a casa… Con todas las ilusiones, con todos los sueños, con toda la esperanza de esta vez sí llegar al quinto partido… No de ganar la copa del mundo, eh… Sólo de llegar al quinto partido… Pero nada de eso… México tuvo una afición férrea, firme, entregada… Nunca estuvieron solos… Porque así somos los mexicanos… Y desde acá puedo confirmar que sí… Nos ilusionaron, nos hicieron imaginar cosas chingonas… Quisimos creer que se podía cuando Guillermo Ochoa dio una atajada monumental contra Polonia… Nos revivió la esperanza que ayer por fin pudimos celebrar los goles de Henry Martin y Luis Gerardo Chávez… Muchas veces se acercaron… Y hubo hasta un gol anulado… Pero el futbol no se gana de ilusiones… Se gana con goles… Y esta selección volverá a casa con solo dos de ellos… Y el sello de mediocridad en la frente… El resultado es contundente, el Tri no pasó de la fase de grupos… Es una humillación… La SELECCIÓN de la VERGÜENZA.