El documento señala que toda persona recluida en el Centro federal de Readaptación Social Número 2 Occidente, “serán trasladados a los centros federales de readaptación social que determine el Comisionado de Prevención y Readaptación Social, quien realizará las acciones y gestiones necesarias para ello, respetando en todo momento sus derechos humanos”.
En el caso de los trabajadores adscritos laboralmente a este penal, se respetarán sus derechos conforme a la ley y serán reubicados en otros centros penitenciarios federales.
Alfonso Durazo, secretario de Seguridad, firmó el documento con el que se concreta el cierre de este emblemático centro penitenciario.
El 18 de enero de 2001, el líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, se escapó de dicho penal, presuntamente en el carro para ropa de lavandería con el que logró llegar al exterior de las instalaciones.
Puente Grande tenía una capacidad para 2 mil 200 personas, hasta la fecha se estima que tenía una población de no más de 1,900 internos.