China reportó 139 nuevos casos de neumonía causada por una nueva cepa de coronavirus, incluida una tercera muerte. Además, aseguraron que el brote se propaga más allá de la ciudad donde se identificó por primera vez el virus, ahora se extiende por Beijing.
Las autoridades de salud en Beijing confirmaron el lunes dos casos del nuevo coronavirus. Las autoridades de Guangdong, por su parte, reportaron un caso en Shenzhen. Estas son las primeras pruebas de que el misterioso virus se extiende más allá del centro del país.
Corea del Sur también confirmó su primer caso del virus el lunes y ya es el tercer país al que se ha extendido el brote surgido en China, después de Tailandia y Japón.
Según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Corea del Sur (CDC), una mujer de 35 años llegó al aeropuerto internacional de Incheon de Seúl desde Wuhan. Fue puesta en cuarentena y su condición es estable.
La Comisión de Salud Municipal de Wuhan anunció el lunes que 136 nuevos pacientes fueron diagnosticados con el virus el sábado y el domingo. De ellos, una persona murió, dos están en estado crítico y 33 están en estado grave, según las autoridades.
Los nuevos casos han llevado el número total de personas en China diagnosticadas con el virus a 201, un salto significativo de los 62 reportados el fin de semana.
El lunes por la mañana, las autoridades de salud en Shenzhen, al otro lado de la frontera de Hong Kong, dijeron que están monitoreando a ocho pacientes que han sido puestos en cuarentena para recibir tratamiento. En la provincia costera de Zhejiang, las autoridades informaron de cinco casos sospechosos de personas que visitaron Wuhan.
La semana pasada se detectaron tres casos fuera de China: dos en Tailandia y uno en Japón. Todos los casos han sido vinculados a Wuhan.
El brote de neumonía surgió el mes pasado en Wuhan, la ciudad más grande del centro de China y un importante punto de transporte. Las autoridades en China relacionaeon las infecciones virales con un mercado de mariscos y vida silvestre de Wuhan, mismo que fue cerrado desde el 1 de enero para evitar una mayor propagación de la enfermedad.
El 8 de enero, científicos chinos identificaron el patógeno como una nueva cepa de coronavirus, en la misma familia del síndrome respiratorio agudo severo y mortal (SARS).
Si bien el nuevo virus no ha mostrado tasas de mortalidad como el SARS, que infectó a más de 8.000 personas y mató a 774 en una pandemia que arrasó Asia en 2002 y 2003, un nuevo estudio del Imperial College London sugiere que es probable que la cantidad de infecciones en Wuhan se haya subestimado enormemente.
El viernes, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE. UU. anunciaron que tres aeropuertos estadounidenses –en Nueva York, San Francisco y Los Ángeles– comenzarán a examinar a los pasajeros que llegan de Wuhan para detectar signos del nuevo virus, siguiendo medidas similares tomadas por gobiernos en Asia.