La relación entre China y Estados Unidos se acerca peligrosamente a un punto de no retorno. Nancy Pelosi, la número tres del gobierno de Estados Unidos, hizo lo que ninguno de sus antecesores se atrevió a hacer en los últimos 25 años, ir a Taiwán. El gigante asiático está furioso y mostró los dientes a Washington, con un fuerte despliegue militar. La liga entre las dos potencias mundiales se tensa a cada minuto.