Con el regreso a las clases presenciales la depresión disminuyó de 14.5% a 9.1% en menores de 10 y 11 años; mientras que en el grupo de 12 a 15 años bajó de 21.6% a 14%, de acuerdo con la organización civil Mexicanos Primero, esto a pesar de que no se cuenta con una estrategia para atender las emociones y promover la salud mental.
Laura Ramírez, directora de activación de agentes educativos, señaló que la reapertura de las escuelas es importante, sin embargo, este debe de contemplar a que cada estudiante se sienta bien para poder aprender.
Necesitamos una escuela que les escuche y les acompañe, especialmente después de la pandemia que limitó sus posibilidades de desarrollo social y emocional. Las consecuencias de no hacerlo no sólo se verán en lo inmediato –con estudiantes que no aprenden, que no logran socializar y que no logran manejar sus emociones-; también tendrá un impacto que podrá manifestarse después, cuando lleguen a ser adultos, con graves problemas de depresión y ansiedad, y dificultades para la convivencia”.
Respecto a la ansiedad, estudiantes de 10 a 15 años presentan un índice mayor en ansiedad generalizada y por separación que las mujeres. La primera se encuentra presente en 20 de cada 100 hombres y 15 de cada 100 mujeres; mientras que la ansiedad por separación disminuyó de 62.8% a 59.6% en los hombres, mientras que en mujeres aumentó de 48.7% a 49.6%.
Katia Carranza, investigadora en Mexicanos Primero, informó que la escuela además de ser un lugar en donde se adquieren conocimientos, también se aprende a desarrollar la curiosidad, la tolerancia, la creatividad, la responsabilidad, así como el autocontrol, la persistencia, la sociabilidad, la asertividad, empatía, confianza y cooperación.
Los resultados del estudio Equidad y Regreso indican que, con solo abrir las escuelas, a pesar de no contar con una estrategia para atender las emociones y promover la salud mental, los indicios de depresión disminuyeron. pic.twitter.com/Gp7DtrefRt
— Mexicanos Primero (@Mexicanos1o) February 15, 2022