El secretario de Obras y Servicios, Jesús Antonio Esteva Medina, señaló que en la restauración, que se realizó en coordinación con el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), se invirtieron 22.4 millones de pesos (mdp), de los que 14.4 mdp se destinaron a los trabajos de la parte estructural y el resto, 8 mdp, para la rehabilitación, limpieza e iluminación arquitectónica.
Explicó que en una primera etapa de intervención se realizó un diagnóstico que detectó grietas en el recubrimiento de piedra, desajustes en los sillares y piezas de cantera, así como fisuras y deformaciones en el cilindro de acero que se colocó en 1958 a raíz del sismo de 1957 en el interior de la Columna del Ángel de la Independencia.
Se instaló un andamiaje de 42 metros de altura alrededor del monumento y un anillo de soporte para fijar la columna a partir de tensores. Posteriormente, se colocaron 16 tanques de almacenamiento con capacidad de 20 mil litros cada uno y desde los cuales se desprendían 32 cables de tres cuartos de pulgada, mismos que fueron tensados gradualmente por pares.
Además, de las 78 placas que componen la columna, 20 estaban dañadas por lo que fueron sustituidas por placas de acero A-36 en los puntos: primer cinturón, 14 m de altura; segundo cinturón a 15.32 metros; tercer cinturón, a 16.64 metros y el cuarto cinturón, a 19.28 metros.
Esteva Medina explicó que se colocaron 100 puntos de control (51 dianas reflectantes y 49 pernos de bronce) a la altura del obelisco y en cantera para monitorear los movimientos o posibles deformaciones en la Columna de la Independencia y las cuales se seguirán monitoreando.
Expuso que con el reforzamiento realizado a la Columna del Ángel de la Independencia, dicha estructura tiene capacidad para resistir el nivel de fuerzas sísmicas que contempla el Reglamento de Construcciones de 2017.
Indicó que los trabajos de restauración y limpieza consistieron en pulir pisos, nivelar cerca de 80 escalones y rehabilitar 48 lámparas del alumbrado artístico de la Columna de la Independencia, aunado a que se eliminaron depósitos de suciedad en la superficie del fuste de la columna con removedor de grafiti y agua.