“Hoy tenemos que decidir si un empleador puede despedir a alguien solo porque es homosexual o transgénero, la respuesta es clara: la ley lo prohíbe", mencionó el máximo tribunal.
En 1964 se estableció una ley que prohibía la discriminación laboral por motivos de género, no obstante, el gobierno del Donald Trump y algunos tribunales consideraban que esto no incluía a las minorías sexuales.
Se le pidió a la Corte aclarar quienes estaban protegidos bajo esta norma, la petición fue realizada por defensores de empleados homosexuales, lesbianas y transgénero, además, apoyaron grandes compañías como Apple, General Motors o Walt Disney.
Por su parte, Brett Kavanaugh, juez elegido por Donald Trump por su postura conservadora, se opuso a la decisión mencionando que era competencia del Congreso, no del sistema de justicia que se actualice dicha ley.
James Esseks, uno de los líderes de la organización de derechos ACLU, aseguró que “esta es una victoria para la igualdad”.