Esto ha provocado que cientos de personas opten por utilizar las mascarillas desechables, lo cual no ayuda nada en la lucha que se ha dado en los últimos años para combatir el cambio climático, puesto que se incrementó la generación de basura y contaminación.
Los cubrebocas desechables llegan a tardar hasta 450 años en degradarse, sin embargo, de acuerdo con el departamento de Medio Ambiente Marino de Bélgica, los fragmentos de plástico que estos tienen no desaparecen por completo, esto debido a que están hechas de tela de polipropileno, producido a partir del etileno, químico derivado del petróleo.
Autoridades de Bélgica han señalado el incremento de mascarillas, guantes y botellas de desinfectante en las playas y el mar, de acuerdo con ‘De 10’. A pesar de que dicho artefacto ayuda a detener la propagación del virus, afecta la vida marítima puesto que los animales marinos podrían confundirlos con otras especies, al tragarlos sus estómagos se llenan, sin embargo, al no obtener ningún nutriente estos se debilitan.