En su mañanera de ayer, el Presidente rebasó un límite… Con monosílabos y tropezando en su propia narrativa, López Obrador se rehusó a enfrentar la evidencia de que su gobierno usó Pegasus para espiar al subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas… No se trata de un mero funcionario, hablamos del hombre que ha sido su aliado y operador político durante los últimos veinte años… Y que ahora es víctima de espionaje en el mismo gobierno al que sirve… En 2022 se supo que el Ejército en la administración de López Obrador usaba Pegasus contra periodistas y defensores de derechos humanos… Investigaciones revelaron las pruebas de los equipos infectados y una lista de víctimas como Raymundo Ramos y Ricardo Raphael, por mencionar algunos… Así, se exhibió que en esta administración, como en las anteriores que tanto desprecia el Presidente, se espiaba a quienes resultaban incómodos para el poder… Pese a la evidencia, una y otra vez López Obrador dio un espaldarazo a las Fuerzas Armadas, que se sabe, son las únicas que controlan y tienen acceso a Pegasus… Sin embargo, la revelación del diario The New York Times cimbra completamente ese paradigma… Pues la más reciente evidencia demuestra que incluso los aliados del Presidente son víctimas de espionaje…