La canciller en funciones, Karen Longaric, aseguró que pedirán a los diplomáticos "que representan al gobierno de Nicolás Maduro" que abandonen el país, según la confirmación de BBC.
Longaric también anunció que el nuevo gobierno, establecido tras la renuncia de Evo Morales el 10 de noviembre, abandona la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y analiza su desvinculación de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), dos organizaciones forjadas por el eje progresista con el gobierno venezolano.
Los anuncios se produjeron en el marco de una rueda de prensa donde se presentaron a nueve venezolanos arrestados por las autoridades bolivianas, acusados de instigar las protestas en contra del gobierno en funciones. Según la policía, fueron encontrados con armas de grueso calibre.
"Bolivia no tolerará ninguna injerencia del gobierno de Venezuela. Durante 14 años han hecho lo que han querido", dijo el ministro de gobierno interino, Arturo Murillo.
Los gobiernos de Cuba y Venezuela fueron los más cercanos del gobierno de Morales, lo cual se manifestó en acuerdos políticos, comerciales y militares.
Las relaciones entre Caracas y La Paz siempre fueron criticadas por la oposición a Morales con el argumento de que Venezuela estaba injiriendo en la política local.