‘Radio Free Asia’ señaló que luego de que el ciudadano decidiera contrabandear y comercializar la serie, las autoridades norcoreanas lo condenaron a muerte. Sin embargo, este no es el único caso que existe con ‘El Juego del Calamar’, pues un estudiante que compró un USB con el show fue sentenciado a cadena perpetua, mientras que otros seis que lograron verla tendrán que hacer trabajos forzados durante cinco años.
En Corea del Norte se prohibió la serie porque supuestamente describe “la triste realidad de una sociedad surcoreana bestial” pero su gran popularidad ha provocado que el Grupo de la Oficina de Vigilancia 109, la fuerza de censura especializada en videos ilegales en el país, se enfrente a un desafío de contrabando mayor. Se cree que la serie pudo haber entrado por China, lugar en donde no está permitido Netflix pero la piratería también hizo de las suyas.
Esta es la primera vez que el régimen norcoreano sentencia a menores de edad ante una ley que penaliza la distribución o posesión de programas de países como Corea del Sur o Estados Unidos, pero no es el mismo caso para alguien que tiene que ser ejecutado por contrabando. De acuerdo con ‘Esquire’ en abril un hombre también fue condenado a muerte tras vender discos con contenido surcoreano.