Hace nueve meses, la posición de Alejandro Moreno como presidente del PRI estaba sostenida en alfileres. Hoy, la historia es otra, “Alito” consiguió que Miguel Ángel Osorio Chong, una de las figuras mas prominentes del partido, dejara la coordinación de la bancada en el Senado. El mensaje es claro, en el PRI la desobediencia se paga con el ostracismo, porque el PRI tiene dueño, no un liderazgo. El jueves, nueve senadores pidieron una sesión extraordinaria para hacer formal el retiro de Osorio Chong. Antes de esa reunión, llegó al Senado Alejandro Moreno, pero no estuvo en esa sesión. Finalmente, Osorio Chong arribó 40 minutos tarde a la cita, corriendo y diciéndole a la prensa que la reunión fue convocada ilegalmente. A puerta cerrada y en dos horas se consumó el golpe, la mayoría de la bancada lo dejó sólo. Lo respaldaron únicamente tres senadores: Claudia Ruiz Massieu, Eruviel Ávila y Nuvia Mayorga. Junto a ellos se retiró del salón donde se concretó su caída. Y así es como llega el PRI al inicio formal de las campañas en Coahuila y Estado de México, fragmentado, reventado desde las entrañas y con un líder que desde las sombras opera para dejar en claro que él es el amo y señor. El dueño del PRI… O de lo que queda de él. EL PRI TIENE DUEÑO | EDITORIAL DE ADELA MICHA.