La mujer circulaba en su auto cuando un camión de pasajeros cerró su paso, le apuntaron con un arma y la obligaron a subir a un automóvil donde viajaban otros dos hombres.
Conforme iba avanzando el vehículo le colocaron un cinturón bomba, el cual tenía un reloj, tubos metálicos, cables de colores y cinta gris, le mencionaron que era un explosivo, al ponérselo lo cerraron con un candado.
Se dirigieron hacia el banco donde Karina trabaja como jefa de cajeros, los delincuentes ya lo sabían, por lo que le ordenaron que les ‘ayudara’ al robo.
Para amenazarla le comentaron que sabía dónde vivían su esposo e hijos, si no hacía lo que le pedían la bomba explotaría y posteriormente asesinarían a su familia.
La sucursal se encuentra en San Juan de Aragón y avenida Ferrocarril Hidalgo, eran cerca de las 9:45 cuando llegaron al lugar. A la víctima le quitaron su celular y le dieron otro que llevaba uno de los delincuentes.
Los asaltantes le dijeron que debía estar activa todo el tiempo, por lo que iniciaron un videollamada para poder ver cada movimiento que Karina hacía.
Mientras ellos se encontraban en el vehículo, la mujer a través del celular les mostró el interior de las bóvedas, donde se encuentra todo el dinero de la sucursal. Constantemente la amenazaban diciéndole que la harán explotar si los delata.
Hicieron que guardara el dinero en bolsas negras que le habían dado, fueron 10 millones de pesos.
Cuando la mujer salió del lugar y abordó nuevamente el auto, la llevaron entre el periférico y Río de los Remedios en el Estado de México donde la abandonaron, antes de descender del vehículo le dieron la llave del cinturón.
Por instrucciones de los hombres, Karina caminó durante cinco minutos, después se quitó el cinturón y lo lanzó al Río de los Remedios.
Por el momento los policías se encuentran investigando este caso, asimismo, buscan las cámaras de seguridad para analizar lo sucedido.