México está entre fuego cruzado… En muchas ciudades, sus habitantes viven pecho tierra y a merced de su suerte… La jornada violenta de los últimos días tiene nombre, y aunque el presidente López Obrador no se atreva a decirlo, se llama narco-terrorismo… Vialidades bloqueadas por autos incendiados, ataques a civiles donde hay incluso niños entre las víctimas, balaceras y disputas abiertas entre cárteles son botones de muestra del fracaso de la estrategia de seguridad de “abrazos, no balazos”… Pero exhibe algo más grave… La ausencia de capacidad de disuasión del Estado…