Tera Ponce mencionó que para realizar una fórmula de patente en el país cuesta mucho dinero, por lo que es permitido que se conserven los derechos de explotación de la marca por cerca de dos décadas.
“En ese periodo corto deben recuperar su inversión, al día que se vence la patente, entonces cualquiera la puede copiar”, señaló.
Ante los bajos costos de estos fármacos ha surgido la duda si son seguros, a lo que la especialista señaló que sí, sin embargo, no son iguales a los medicamentos originales, debido a que tiene un rango menor de por lo menos un 20 por ciento en la diferencia entre fármacos que está permitida por las autoridades.
“Estadísticamente son lo mismo, hablando de eficacia, sí son lo mismo”.
Las farmacéuticas están obligadas a analizar si las fórmulas son equivalentes entre sí, esto se debe llevar a cabo cada cinco años.
Asimismo, asegura que es muy raro que los medicamentos dejen de funcionar de la misma manera que aquellos que son de patente.
“Cuando estos fármacos no funcionan o una de dos: la enfermedad ya estaba en otros nivel y requiere otros tratamientos o más bien las condiciones de la persona cuando se las tomó no son exactamente parecidas a las que se hicieron las pruebas clínicas”.