El titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Arturo Herrera Gutiérrez, descartó que el aumento del salario mínimo para el próximo año tenga un impacto negativo en el empleo y la inflación.
“No, en absoluto. No tiene nada que ver con eso”, respondió al ser cuestionado sobre un posible incremento en los precios de bienes y servicios.
Esto después de que la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami), integrada por gobierno, trabajadores y empresarios, acordara la víspera aumentar el salario mínimo general en 20 por ciento en la mayor parte del país, de 102.68 a 123.22 pesos diarios a partir del 1 de enero de 2020.
Herrera Gutiérrez comentó que es reciente el debate de los efectos sobre el empleo y la inflación en México, pero éste viene establecido y saldado en medios internacionales.
“Aunque para nosotros (México) es nuevo, este debate se dio en los (años) 90; tiene ya 25 años”, argumentó después de ofrecer una conferencia de prensa en Palacio Nacional.
"Una de las razones que se ha encontrado es que cuando los salarios medios tienen una distancia muy alta contra los salarios mínimos, como en el caso de Estados Unidos y como es aún más en México, no tiene este efecto en el empleo o inflación".
Asimismo, el funcionario federal rechazó que el nuevo salario sea un regalo del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y, por el contrario, dejó en claro que el aumento salarial es una deuda histórica que se tiene desde hace más de tres décadas en el país.
"No es un regalo del T-MEC, (sino) es una deuda histórica. Desde 1982 el salario mínimo había perdido un 75 por ciento de su valor”.
Incluso, dijo en Palacio Nacional, esa pérdida precede al primer acuerdo comercial. “Es algo que se tenía que venir haciendo, independientemente de cuál es la política comercial".
La SHCP y la Embajada del Reino Unido anunciaron el Programa de Servicios Financieros del Fondo de Prosperidad, para impulsar la inclusión financiera en México a través de programas y servicios digitales de fácil acceso.
Herrera Gutiérrez expuso que esa medida contará con una inversión de al menos 240 millones de pesos, unos 9.5 millones de libras por parte del Reino Unido.
El aumento de 20 por ciento en el salario mínimo en la mayor parte del país y de 5.0 por ciento en la franja fronteriza motivará a que las empresas se vuelvan más productivas, a fin de que puedan mantener el pago de esas remuneraciones.
De acuerdo con José Ignacio Martínez Cortés, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (Lacen) de la UNAM, el aumento del 20 por ciento al salario mínimo, que pasará de 102.68 a 123.22 pesos diarios, provocará un incremento en el gasto monetario, lo que impactaría en la economía, donde habría más gasto.
En entrevista con Notimex, el especialista aseguró que con esta medida el consumo privado aumentará, pero si la empresa no incrementa su producción tendrá pérdidas, debido a que absorberá esa alza salarial sin ventas.
Martínez Cortés aseveró que con este incremento salarial, que entra en vigor a partir del próximo 1 de enero, los beneficiados son los trabajadores, pero las empresas tendrán la presión para cumplir con una mayor productividad.
Por ello, dijo, ahora la labor del gobierno recae en brindar confianza y seguridad, aunado con un ataque frontal a la corrupción; “estaría provocando que el PIB se dinamizara en 6.0 por ciento”, es decir, la economía podría crecer hasta 1.7 por ciento en 2020.
A esto, añadió, se le sumaría la aprobación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), lo que influiría en una mayor atracción de capitales y un dinamismo en las empresas y con eso aminorar el efecto del aumento del salario.
Sin embargo, Banco Base no ve esta decisión en materia salarial tan positiva, debido a que el incremento fue de 20 por ciento, cifra muy superior a la inflación, misma que se reflejará en la inflación al consumidor.
Gabriela Siller, directora de Análisis Económico-Financiero de Banco Base, aseguró que este aumento en la inflación se verá reflejada hacia finales del próximo año.
“La preocupación se deriva de que el incremento al salario mínimo no es consecuencia de la productividad”, dijo.