A la mujer le dicen Doña Rosa, debe salir de su domicilio en busca de trabajo, ya que no tiene para comer y no cuneta con el apoyo de sus hijos, así lo informó un medio local.
“Sí tengo miedo al coronavirus. Hay veces que me da una punzada y digo ¿ay, Diosito santo, no me quiero morir todavía’”, mencionó Doña Rosa.
Rosa tiene que salir para conseguir dinero, ante la necesidad que comprar alimentos y medicamentos, porque desde hace ya 10 años sus hijos la abandonaron.
A partir de ese momento la mujer debe valerse por sí misma, sin embargo, debido a las condiciones generadas por la pandemia de coronavirus la situación es más difícil.
Hay vecinos que le ayudan con lo que puede, no obstante, no le gusta depender de ellos, por lo que cuando las personas le ayudan con su medicamento y alimentos ella como agradecimiento se ofrece a barrer o hacer mandados.