El estudio fue realizado por la Universidad de Vanderbit en Nashville, Estados Unidos, el cual dio a conocer que la hora de comer es un factor que hace para bajar o subir peso.
Durante la cuarentena muchas personas han llevado un horario diferente a la hora de comer, y habrá quienes comen sano a cualquier hora del día y se mantienen saludables, a lo que el estudio revelo lo contrario.
El llamado reloj biológico y los patrones de sueño son los que nos regulan el metabolismo de la comida que consumimos, dependiendo mucho el momento del día si se queman carbohidratos o grasas, por lo que el cuerpo con sus funciones tienen un ritmo.
El reloj biológico es el ritmo circadiano su nombre científico, y es el que no dice cuándo dormimos y el tiempo que lo hacemos, también nos avisa cuándo tenemos hambre así como la cantidad de comida que necesita nuestro cuerpo.
Otros estudios realizados recientemente, indicaron que hay muchas células no nerviosas que funcionan bajo los ritmos circadianos, entre ellas las células hepáticas, las que responden a los ciclos alimentarios.
Este estudio reciente de la Universidad de Vanderbit, señala que la pérdida y subida de pesa, no tienen que ver con la dieta que hagamos o la actividad física, al igual que también la alteración del ritmo circaidano, el reloj biológico. Es el momento del día en que comemos ciertos alimentos, lo que hace que este proceso ocurra.
Para lograr este estudio con una mayor efectividad, se eligieron a cuatro hombres y dos mujeres de entre 51 y 53 años con una buena salud física. Las personas en una cámara metabólica dormían y comían, sólo se les permitía salir de la cámara dos veces al día por 20 minutos.
Se monitoreaba a cada uno en dos experimentos de cincuenta y seis horas, donde se les comparaban las diferencias en el tiempo de sus comidas. En las cuatro comidas del día que son el desayuno, almuerzo, cena y aperitivo se observaba su tasa metabólica, así como la relación de intercambio respiratorio, oxidación de grasas y de carbohidratos.
En el estudio se les retrasó el desayuno y el aperitivo después de las 10 p.m por lo que hubo cambios en su metabolismo, observando que los ritmos circadianos de la oxidación de lípidos y carbohidratos se atrasaron, provocando que su metabolismo se alentará y así habría una probabilidad de que las personas subieran de peso.
El estudio indica que se tome en cuenta que las personas que participaron en la experimentación eran adultos de más de 50 años estadounidenses, a lo que sus ritmos circadianos son muy diferentes a personas jóvenes con buena salud y niños.
Así que los resultados arrojados de este estudio no son tomados como definitivos y que se puedan aplicar a cualquier personas, ya que depende muchos de sus estilos de vida, siendo que los ritmos circadianos tiene una duración de alrededor de veinticuatro horas y once minutos, también depende de las actividades a las que cada personas realice así como a su tipo de alimentación.