El también expresidente de la Sociedad de Gastroenterología de Nuevo León señaló que esta infección, que la mayoría de las veces se adquiere en la niñez, se propaga a través de alimentos y agua contaminados, así como por el contacto directo de boca a boca.
Explicó que a nivel oral produce sulfuros y gases, como amonio, que detonan el mal aliento. Mientras que en el estómago ocasiona gastritis atópica, úlceras y enfermedad por reflujo gastroesofágico.
En un comunicado, indicó que para detectar este padecimiento es necesario realizar pruebas de aliento. "Ésta inicia con la suspensión de medicamentos para evitar que se altere la movilidad de tres a 10 días y se usa una tableta que genera una reacción química que libera iones de hidrógeno que miden el mal aliento".
Vázquez Elizondo señaló que para el tratamiento no basta con una higiene bucal o atención dental, sino que deben recetarse antibióticos especiales más un inhibidor de bomba de protones -medicamento que reduce la cantidad de ácido gástrico- que ayuden a erradicar la bacteria del organismo.
"Este tratamiento debe ser indicado y vigilado por un médico, quien debe dar seguimiento al paciente hasta cumplir el periodo necesario y seguir las medidas dietético-higiénicas para que se pueda controlar o erradicar la infección".
Una vez concluido este tratamiento, la persona podrá dejar de lado el mal aliento y regresar a su vida normal, finalizó.
Con información de Notimex.
