El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell dio a conocer que se cuenta con un protocolo de reacción inmediata en caso de un ingreso del coronavirus al país. Se prevé la habilitación de 2 mil 738 camas de atención crítica y 6 mil 175 ventiladores, en caso de requerirse.
Explicó que el protocolo de reacción inmediata, en caso de presentarse casos graves, consiste en organizar toda la red de hospitales: el IMSS aportará mil 867 camas y 2 mil 565 ventiladores; ISSSTE, 551 y 3 mil 64; Pemex, 102 y 103, y hospitales e institutos federales 218 y 443, respectivamente.
Además señaló que hasta 85% de los posibles infectados en México por el Covid-19 manifestarán síntomas leves que podrán tratarse en sus casas y ser vigilados y atendidos vía telefónica, mientras que el resto requerirá soporte respiratorio, como en una neumonía y solo tres por ciento, terapia intensiva.
López Gatell abundó que los casos leves se pueden atender en centros y clínicas urbanas, rurales y de inmediato se les enviaría a sus casas y se les vigilaría vía telefónica, “lo que evitará la propagación infecciosa intrahospitalaria y la saturación de las instalaciones.
No requerirán de grandes ni mayores insumos para su atención. Sería un tratamiento sintomático, para aliviar”.
Detalló que “si hoy llegara el coronavirus al país, lo más probable es que su comportamiento sería semejante a las temporadas de influenza que ocurren todos los años entre octubre y marzo.
Si hoy llegara, se convertiría en una carga adicional a la influenza estacional atendida, por ejemplo, en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias. Lo más probable es que no se comportará como una enfermedad catastrófica”.
No obstante, destacó, se está capacitando al personal de diversas entidades para saber cómo manejar a pacientes críticos, cómo protegerse y reducir las probabilidades de muertes, lo cual, dijo, lógicamente no se puede garantizar.
En tanto, José Luis Alomía, vocero y director general de Epidemiología, comentó que se cuenta con una reserva estratégica de 145 mil batas desechables y biodegradables, 111 mil cubrebocas quirúrgicos, 32 mil 599 cubrebocas de propileno y 42 mil 729 de alta tecnología, para proteger al personal de salud.