Decía el filósofo Francis Bacon que la verdad es hija del tiempo, no de la autoridad. Hoy, en la recta final del sexenio, ha sido el tiempo el que ha mostrado el fracaso de la estrategia de seguridad y aunque el presidente #andrésmanuellópezobrador da la espalda, voltea la cara y se envuelve en palabras vacías, lo cierto es que las víctimas, las balaceras y las masacres persisten. El dolor y la sangre en este país siguen corriendo a caudales. Presidente, ya es hora, mire a la ciudadanía a la cara porque todos lo sabemos, en México hay territorios completos controlados por el narco.
Cuando ocurrió el asesinato de los dos padres jesuitas, Héctor Fernando Martínez, vicario de la Diócesis #Tarahumara en Chihuahua, me dijo que el narco estaba presente en las comunidades más pobres de la sierra, que los niños juegan a ser sicarios, eso me lo dijo hace casi un año. Hoy, sabemos que las cosas no han cambiado, por más que el presidente crea que la realidad se construye desde su boca. Lo cierto es que las palabras no alcanzan ni para despedir a tantas víctimas de esta guerra que no ha cesado.