Es sobre un asunto pendiente que fue motivo de queja desde el 2012 por parte del entonces aspirante presidencial, Andrés Manuel López Obrador.
Ricardo Monreal, en los meses finales de la contienda presidencial de ese año, denunció que Peña Nieto contaba con 20 asesores extranjeros a los que se había delegado la orquestación de una campaña sucia en contra de AMLO.
Monreal, durante un debate radiofónico, identificó a 14 de los 20 asesores, y señaló que eran estadounidense, tres argentinos, dos venezolanos, dos españoles, uno de Portugal, Ecuador, Colombia y de República Dominicana.
Indicó que los estadounidenses se tratan de Ralph Murphine, Melisa Díaz y Juan Hernández, mientras de Portugal, Nuno Cruz, de Argentina, Carlos Soto, Seinet Sánchez de República Dominicana, de España, Yago de Marta, Luis Fernando de Colombia, Ramón Guillermo Abelado de Venezuela, de Ecuador, Alia María Icaza, y Patricia Gallardo de Argentina.
Según Monreal, los asesores desde una oficina en Lomas de Sotelo en la Ciudad de México trabajaban, y que presuntamente coordinaban acciones en contra de Obrador.“Es reprobable que un grupo de extranjeros haga una campaña negra de odio contra un candidato mexicano, pagarles a extranjeros para que vengan a intentar destruir una opción honesta en este país”, indicó.
Peña Nieto posteriormente rechazó que tuviera 20 asesores extranjeros.
Las acusaciones fueron señaladas como “una auténtica payasadas”, y “una mentira burda del tamaño de la catedral” por Luis Videgaray, entonces coordinador de campaña del candidato del PRI.