El aumento de las tasas de obesidad entre la población incrementa las emisiones de gases de efecto invernadero, de acuerdo con un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Copenhague.
Sin embargo, las personas con obesidad producen más dióxido de carbono a partir del metabolismo oxidativo en comparación de las personas con un peso normal, apuntaron mediante un artículo.
Asimismo, el mantenimiento de mayores pesos corporales requiere la producción y trasporte de más alimentos y, del mismo modo, el trasporte de las mismas personas más pesadas se asocia con un mayor consumo de combustibles fósiles.
El estudio, detallaron los investigadores, constó calcular la emisión adicional de gases efecto invernadero del aumento del metabolismo oxidativo a partir de las definiciones estándar de obesidad (índice de masa corporal mayor o igual a 30 kilogramos por metro cuadrado) y peso normal (índice de masa corporal menor de 25).
Así como del incremento de la producción y el consumo de alimentos, y el aumento del combustible utilizado para trasportar el mayor peso corporal de las personas con obesidad.
En comparación con una persona de peso normal, los investigadores descubrieron que un obeso produce 81 kilogramos adicionales de emisiones de dióxido de carbono por tener un metabolismo más alto y 593 kilogramos adicionales por un mayor consumo de alimentos y bebidas.
Sin embargo, los científicos indicaron que dichos cálculos son sólo estimaciones, pues las personas que son más activas físicamente necesitan más alimentos que las personas sedentarias, por lo que las emisiones de efecto invernadero asociadas a la producción de alimentos también son comparativamente más altas para estas personas.
Con información de Notimex.