Kamala Harris, candidata a vicepresidenta de Joe Biden, era vista como la favorita ante la decena de nombres que se encontraban en juego. Hija de madre india y padre jamaicano, abogada y senadora por California, Harris se convierte en la primera mujer negra en una fórmula presidencial. 

Kamala, de 55 años, cuenta con experiencia en el Senado y como fiscal general de California, también fungió como fiscal de distrito en San Francisco, en donde inicia un programa para ayudar a obtener un diploma de secundaria a las personas condenadas por delitos relacionados con drogas y así puedan encontrar trabajo.

Ante su participación por la nominación demócrata a la presidencia el año paso, ha sido investigada por la prensa nacional. Por lo que fue considerada como una de las principales candidatas durante un tiempo.

Harris ha tenido encontronazos con Biden. En el primer debate de primarias en junio, señaló que sus opiniones contra programas busing, que incluyen planes de transporte y distribución de niños por escuelas tratando de corregir la segregación en la década de los 70, han resultado dañinas.

Le ofrece a Joe acceso a financiación en California, en donde logra recaudar 2 millones de dólares en un evento virtual. Con Harris, Biden logra satisfacer a aquellos que le pedían a una mujer negra como vicepresidenta.

Kamala se ha hecho presente marchando en las calles, es una gran defensora del cambio social y una dura crítica del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. La lucha contra la justicia es una pasión heredada por sus padres.

Enfrentó desde su cargo fiscal a bancos de Wall Street en la crisis financiera de 2008 con la finalidad de evitar que las familias endeudadas perdieran su vivienda. Ha denunciado la brutalidad policial, así como la muerte de hombres afroamericanos desarmado a manos de policías.

Con información de: La Tercera