Las seis personas que resultaron heridas en el tiroteo en el colegio Cervantes están estables, así lo confirmaron las autoridades médicas del Sanatorio Español de Torreón, Coahuila.
"Todos están bien, estables, fuera de peligro" dijo el médico Guillermo Siller, quien atendió a los personas que resultaron heridas esta mañana.
La Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) lamentó los hechos ocurridos en un colegio de Torreón, Coahuila que dejó dos muertos y seis heridos, y llamó a las autoridades a reconocer que este hecho es consecuencia de la violencia generalizada.
La organización subrayó que el hecho de que un alumno de 11 años disparará en contra de su profesora y compañeros, para después suicidarse, da muestra de los vacíos institucionales para identificar alertas tempranas sobre posibles riesgos para niñas, niños y adolescentes.
Asimismo, llamó a las autoridades a realizar las investigaciones adecuadas, garantizar el acceso a la justicia a las familias, la reparación del daño y evitar respuestas que criminalizan a la niñez vinculada a los sucesos, así como reducir los hechos a un tema de irresponsabilidad familiar.
“Desde el año 2000 al cierre del 2019 alcanza cerca de 21 mil niñas, niños y jóvenes víctimas de homicidio doloso; recordamos el llamado realizado con anterioridad, ante el caso de 2017 en Monterrey, urgiendo al Estado a desarrollar una estrategia nacional de prevención y protección integral de la niñez frente al violencia armada, en el marco de la Cultura de Paz”, indicó la organización.
Además, REDIM reiteró su rechazo al operativo “mochila segura” por tratarse de un “acto de discriminación institucional que ha demostrado ser un fracaso para atender y prevenir los casos de violencia en el espacio escolar enraizados en problemas complejos como la violencia comunitaria, la ruptura del tejido social, la impunidad y la inseguridad”.
También recordó la imposibilidad de implementar dicho operativo en cualquier orden de gobierno porque sería una violación a derechos humanos, como lo establece la recomendación 21/2015 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
Por ello, instaron al gobierno a que niñas, niños y adolescentes sean parte de la agenda federal e invitaron a los ciudadanos y autoridades a tener un manejo ético del caso, proteger la identidad de las víctimas y familiares.
Lo sucedido en una primaria de Torreón, Coahuila nos refiere a que se debe atender la salud mental de la población, indicó Alejandro Águila Tejeda, director fundador del Instituto Hispanoamericano de Suicidología.
"El suicida tiene un gran potencial agresivo. Cuando sale lo agresivo, se convierte en homicida y cuando se vierte hacia sí mismo, se convierte en suicidio", explicó el especialista, quien señaló que el menor agresor presentaba ciertas condiciones de niño, pero con algunos alcances de adolescente.
"A esta situación le llamamos homicidio-suicidio, es una de las caras de la depresión, un preadolescente de 11-12; viene probablemente de agresiones violentas vividas en casa. Estaba en una edad vulnerable y presumimos una depresión no atendida o mal manejada”, consideró Águila Tejeda.
Señaló que el día y la hora temprana en que sucedió el hecho, que culminó en dos muertes y varios heridos, habla de que "inicialmente el preadolescente llega a la escuela con enojo o violencia provocado presumiblemente desde su casa”.
Abundó en que el agresor arrastraba cuadros como escasa capacidad de tolerancia a la frustración y a la capacidad de demora, la cual está relacionada con que "hoy quieren todo instantáneamente, todo lo quieren rápido”.
El especialista indicó que la comunidad también resultó lastimada por los hechos que tuvieron lugar en el colegio Cervantes la mañana de este viernes, de ahí que se requiera un proceso de tres pasos para ayudar a recuperarse.
Águila Tejeda señaló que tras la tragedia, sigue un proceso de revisión de las acciones y las omisiones que impidieron prevenir esta tragedia.
“En suicidología le llamamos supervivientes tanto a los alumnos, maestros, autoridades educativas, sociedad en general, se queda uno con la sensación de inseguridad e inestabilidad. Se tiene que hacer un trabajo de duelo”; subrayó y advirtió que se corre el reisgo de que la culpa quede entrampada.
“Con las preguntas ¿por qué lo hizo? y si se pudo haber evitado, y en este punto surge la culpa entrampada, como si se hubiera hecho la revisión de 'mochila segura', el control de armas, ¿qué estamos haciendo mal?, se cuestiona las personas allegadas a los hechos", indicó.
Por otro lado, expuso que en Torreón, Coahuila se tiene a la primera generación de suicidólogos que pueden ayudar en el manejo de la situación.
“Se requiere una intervención en crisis, prevención y promoción de la salud mental”, el especialista dijo que las condiciones en que la población se desenvuelve propician situaciones que afectan el comportamiento individual.
“Los jóvenes hoy tienen menos vínculos físicos y más virtuales”, explicó, y ello, entre otros factores, genera mayor número de suicidios que no se informan a la opinión pública.
Señaló que la palabra suicidio continúa como tabú, y por ende no se aborda y se desconocen las causas y cómo evitarlo: "el problema es que el suicidio es un tabú, no se habla del tema, tenemos que tratarlo, en la medida que lo hablemos se puede ayudar, no hay que ocultarlo”.
Indicó que el suceso en Torreón, detonaría acontecimientos similares; advirtió que el suicidio se presenta en distintos niveles escolares, pero que las cifras reales no se informan.