Además de Laika, también enviaron primates para comprobar cómo afectaba el proceso del viaje a una especie similar al ser humano.
De acuerdo con una entrevista realizada por Sputnik, Vladímir Sichov, subdirector de ciencia del Instituto de Cuestiones Biomédicas de la Academia de Ciencias en Rusia, compartió información sobre la misión del programa llamado Bion-M, el cual pretende enviar a seres vivos a distancias récord.
“El vuelo del segundo Bion-M será único, ya que tendrá lugar en alturas donde los objetos biológicos jamás han volado, entre 800 y 1000 kilómetros. El primer Bion-M voló a solo 500 kilómetros de distancia y la Estación Espacial Internacional (EEI) cuela a 400 kilómetros de distancia”.
La URSS llevó a cabo el programa Bion de 1973 a 1996, el cual consistió en enviar al espacio plantas y animales. En esta ocasión Rusia retomó el programa en 2005 y lo nombró Bion-M, con tres satélites.
El primero se lanzó el 19 de abril de 2013 desde el aedrónomo Baikonur en Kazajistán, donde colocaron diversas especies como ratones, jerbos, gecos, caracoles, peces y microorganismos, duró en órbita 30 días. De acuerdo con Sichov se obtuvieron resultados por primera vez.
“Resultó que después del vuelo espacial, la capacidad de aprendizaje de los animales se redujo en un 30%. Estudios delicados de su cerebro han confirmado la posibilidad de un efecto similar en los humanos. Esta es una alerta muy seria".
Con esa misión descubrieron que en el espacio la arteria cerebral de los animales detiene cualquier tipo de expansión y estrechamiento, por lo que concluyeron que posiblemente el organismo de los humanos sufra cambios en los próximos vuelos.
El Bion-M2 se programó para el 2023, donde al igual que el anterior diversos animales volaran dentro del biosatélite.