Luego del operativo que se realizó en Culiacán donde se detuvo momentáneamente a Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, el titular de la Sedena, Luis Cresencio Sandoval reveló el nombre de quién ordenó realizar dicho operativo.
El secretario de la Defensa Nacional dijo que el responsable de llevar a cabo dicho operativo fue el coronel de Caballería Juan José Verde Montes.
La Sedena también informó que los militares dejaron a Ovidio Guzmán en la casa, “nunca es movido de ahí”, indicó.
En la conferencia matutina se reiteró que el coronel Verde Montes es el responsable de dirigir el grupo de lleva a cabo las investigaciones y operativos contra los narcotraficantes.
“Fue una decisión que se toma en este grupo encargado de atender estos operativos, ya se dio el nombre del responsable", señaló el presidente.
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, afirmó hoy que el "tropiezo táctico" del operativo para capturar a Ovidio Guzmán en Culiacán, Sinaloa, no debe invalidar en general la Estrategia Nacional de Seguridad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
"Se trató de una acción precipitada, cabe reconocerlo con toda honestidad, merece una crítica, pero no así la Estrategia Nacional de Seguridad. Siempre hay probabilidades de que un operativo salga mal, no obstante la experiencia de quienes lo llevan a cabo", expresó el secretario.
"Un tropiezo táctico no invalida la estrategia de seguridad en general", dijo Durazo en la conferencia de prensa matutina del presidente López Obrador, en la que el gabinete de Seguridad presentó el informe detallado del operativo para capturar al presunto narcotraficante.
El jefe de la policía nacional justificó que en la decisión de retirar a las fuerzas militares y federales del inmueble donde se encontraba el presunto delincuente privó “una razón que de tan profunda” se convierte en una razón de Estado: salvaguardar la vida e integridad de la gente.
“Lo que pudo haberse convertido en un episodio de guerra y derramamiento de sangre inocente se resolvió privilegiando el retorno a la paz y la tranquilidad de la población, como habíamos sido instruidos por el señor presidente”, sostuvo.
Durazo Montaño recordó lo dicho por el Ejecutivo federal, de que en términos bélicos ninguna organización delictiva, por más pertrechada que sea, es más poderosa que el Estado mexicano.
“En Culiacán, habría sido fácil recurrir a un combate de exterminio, sin cuartel ni respeto a las garantías individuales y, al final de cuentas, habríamos ganado, pero ¿a qué costo?.
“¿De qué sirvió la guerra contra el narco y tanta muerte y tanto dolor de sexenios anteriores, si las organizaciones delictivas proliferaron y se fortalecieron?, ¿de qué sirvió tanta guerra, si los muertos y desaparecidos se acumularon de manera indetenible por décadas, ¿de qué sirvió la aparatosa captura de cabecillas, si la inseguridad y la violencia crecieron exponencialmente?”, cuestionó.
El funcionario afirmó, por el contrario, las causas estructurales de esa guerra ni siquiera fueron tocadas, e incluso se agravaron las condiciones de inseguridad en el país, que se convirtió en un territorio de víctimas.
Recalcó que ahora en México está comenzando una nueva era en el combate a la inseguridad, con un plan que tiene como principio rector la paz; "no hay otra ruta", pues no creemos en los "falsos atajos de la violencia".
El secretario federal insistió en que en la administración se decidió erradicar la estrategia belicista, la que "no solo alimentó la espiral de violencia desde el poder público, sino las propias instituciones de seguridad se convirtieron en protagonistas de esa violencia, como pudo haber sucedido en Culiacán”.
No obstante, recriminó a los medios de comunicación que en la corta existencia del actual gobierno hayan emitido una crítica tan dura sobre el fallido operativo del 17 de octubre en la capital de Sinaloa.