El empresario Carlos Slim confirmó esta tarde que participará en las licitaciones del Tren Maya que emita el gobierno federal.
Este jueves, un grupo de empresarios del sector construcción se reunieron con el presidente Andrés Manuel López Obrador para abordar el proyecto del Tren Maya.
“(Se abordó) el impulso al sureste que es tan importante”, dijo Slim a medios tras la reunión con el Ejecutivo federal.
-¿Participará en las licitaciones?, se le cuestionó.
“Sí, vamos a participar. Vamos a ver en cuáles, todavía no salen”, señaló.
Por su lado, Rogelio Jiménez Pons, director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), explicó que el encuentro fue entre el mandatario y los empresarios interesados en la construcción del Tren Maya.
De acuerdo con el funcionario federal, López Obrador manifestó a los empresarios que concursarán algunos lineamientos del proyecto.
“Que pongan el mejor empeño. Más o menos se les planteó el programa y se ha platicado con todo el mundo”, detalló Jiménez Pons.
El director de Fonatur expuso que uno de los propósitos del encuentro es aumentar la participación del sector empresarial en la obra del Tren Maya.
El Tren Maya, en proyecto en la frontera sur de México, no debe atravesar reservas de la biosfera, amenazadas ya por plantaciones industriales de palma aceitera y soya, incendios forestales, tala y tráfico ilegal de especies animales y vegetales, señaló la organización civil Salva la Selva.
Mencionó que el proyecto contempla construir un tren que transporte masas de turistas desde Cancún y la Riviera Maya hasta las ruinas de Palenque y otros centros arqueológicos en un recorrido de mil 500 kilómetros por cinco estados del sureste mexicano.
Señaló que durante el recorrido, atravesaría parajes de la Selva Maya y parte del mayor bosque tropical húmedo de Mesoamérica, cuya contribución a la estabilidad del clima es fundamental.
Explicó que cualquier obra de infraestructura tiene un alto impacto ambiental, pero el tren amenaza ecosistemas que garantizan refugio a jaguares, ocelotes, tapires, monos aulladores, monos araña, cocodrilos, manatíes, loros y guacamayas, especies que requieren de grandes territorios para desplazarse, alimentarse y reproducirse.
Esas actividades, elementales para su sobrevivencia, se dificultarán al dividir su hábitat en dos partes, ya que no bastará con realizar túneles o puentes para el paso de las especies animales o decir que se utilizarán los derechos de vía ya existentes para preservar la selva.
Apuntó que la construcción del tren generará ruido, contaminación, extracción de recursos pétreos, obras de cimentación y nuevos centros de población para la obra y posteriores actividades turísticas, con graves repercusiones negativas para el ecosistema.
Aunado a ello, las comunidades rechazan cualquier cambio de uso del suelo o licencia para el proyecto sin el consentimiento de los pueblos indígenas afectados por el tren. Concluyó que “el Tren Maya no tiene nada de maya, ni beneficia a la población maya. No queremos ser un Cancún o una Rivera Maya, donde las cadenas hoteleras, de transporte y de restaurantes son los únicos beneficiarios”.