Ante la llegada de los talibanes a Afganistán, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó sobre un inminente riesgo sanitario, además en el país se enfrentan a una crisis humanitaria debido a las recientes amenazas por parte del grupo Estado Islámico.
Por lo anterior, Martin Griffiths, coordinador de ayuda de la ONU, liberó 45 millones de dólares para salvar vidas en Afganistán.
Un equipo de la OMS viajó a Kabul, tras esta visita la organización alertó sobre el colapso que está por vivir el sistema sanitario en la región.
“El país enfrenta una inminente catástrofe humanitaria. Muchas de estas instalaciones han reducido sus operaciones o han cerrado, provocando que los proveedores de salud tomen decisiones difíciles sobre a quién salvar y a quien dejar morir”, dijo la OMS.
Anteriormente, los talibanes habían escrito a la ONU para anunciar que Suhail Shaheen, exnegociador de paz y portavoz de la oficina política del Talibán, es el nuevo representante ante aquel organismo, por lo que pidieron que permitieran a Shaheen dirigirse a la Asamblea General durante las sesiones que se realizan esta semana.