En el juicio a Joaquín “El Chapo” Guzmán, en una corte federal de Brooklyn, en Nueva York, la ex diputada Lucero Guadalupe Sánchez, mejor conocida como la “Chapodiputada” habló sobre su relación sentimental con el líder del Cártel de Sinaloa, que inició en febrero de 2011, cuando tenía 21 años y cuando Emma Coronel estaba embarazada de sus mellizas.
Lucero Sánchez, fue la legisladora más joven de Sinaloa con sólo 24 años, fue postulada a diputada local por el distrito XIV del municipio de Cosalá, en una coalición formada por los partidos Acción Nacional, Partido Sinaloense y del Trabajo.
Fue identificada como la mujer que, el 4 de septiembre del 2014, con documentación falsa a nombre de Devany Vianey Villatoro Pérez ingresó al penal de alta seguridad del Altiplano, en el Estado de México, para visitar al “Chapo” Guzmán.
En junio del 2016, con una votación de 414 votos a favor, el pleno en San Lázaro consideró que la diputada local debía ser investigada por la Procuraduría General de la República por delitos federales y le fue retirado el fuero.
Lucero Sánchez fue detenida en Estados Unidos el 21 de junio de 2017, cuando intentaba cruzar de Tijuana a Estados Unidos a través del puente internacional CBX (Cross Border Express) en la Mesa de Otay, San Diego (California), donde quería pedir asilo.
Desde entonces se encuentra recluida en la cárcel del Distrito de Columbia. Lucero Sánchez se declaró no culpable de tráfico de al menos cinco kilogramos de cocaína, presuntamente bajo las ordenes de Joaquín Guzmán Loera, con quien aseguró tener un romance.
Este jueves la “Chapodiputada” se dijo confundida de sus sentimientos por “El Chapo”.
"Yo me confundía con mis propios sentimientos, a veces lo quería y otras no, por sus diferentes actitudes trataba siempre de tenerlo contento".
La ex legisladora dijo que se inició en el negocio por amor, ya que el líder del Cártel de Sinaloa, la envió al área del Triángulo Dorado, en las montañas de Durango, para que comprara mariguana para él, dado que ella había vivido en esas comunidades y tendría facilidades para ello.
El Chapo, notablemente incómodo, apenas dirigió la mirada a Lucero Sánchez, mientras buscaba con los ojos a su esposa, Emma Coronel, quien estaba presente en la sesión.
Ella sólo reaccionó riéndose cuando la amante de su marido habló sobre la confusión de sus sentimientos. En todo momento se mostró serena y distante.
Lucero Sánchez enfrenta una pena de 10 años de cárcel a cadena perpetua, pero espera obtener una reducción de su condena por colaborar con el gobierno estadounidense.