Andrés Manuel López Obrador volvió a tocar el tema del supuesto racismo que denunciaron algunos diputados y senadores del PAN, quienes aseguraron que tratar de diferente manera a indígenas y mestizos en el caso de las pensiones, por ejemplo, es una actitud completamente racista.
En conferencia de prensa mañanera desde Palacio Nacional, en la Ciudad de México, el presidente de la república se dijo avergonzado de las opiniones de dichos políticos de la oposición, pues asegura que se tienen que cerrar las brechas "que dejó el neoliberalismo".
"Es vergonzoso que no se acepte el trato especial a los más pobres. A los indígenas y se piense que eso es racismo. Es sorprendente", dijo AMLO.
El debate inició cuando se dijo que la edad para los jubilados indígenas tendrá como límite los 65 años, mientras que en la población mestiza se extenderá hasta los 68 años. La razón, explicó, es que la gente que menos tiene y más sufre, envejece más rápido, lo que es una injusticia.
"En el caso de los indigenas se entrega a los 65 y en caso de no indigenas a los 68. En su situación de pobreza y marginación, se envejecen pronto porque sufren mucho. La justicia es darle más al que tiene menos. No puede haber trato igual entre desiguales", dijo en conferencia.
Por último, el presidente aseguró que no le importa ser llamado racista por el hecho de ayudar a las personas que más lo necesitan, pues es una de las bases de la llamada Cuarta Transformación, pues todos deberían apoyar mucho más al desprotegido.
"Si ayudar a los indigenas es racista, que me apunten en la lista", finalizó.