La revista Nature publicó un artículo en el que señala que encontrar el origen del virus es muy importante, ya que con eso se podrá evitar una reinfección en los próximos años.
“Es muy posible que no lo encontremos. De hecho, sería excepcionalmente afortunado si aterrizamos en algo”, mencionó Lucy van Dorp, genetista del Colegio de Londres.
Científicos han informado que el coronavirus surgió en los murciélagos, sin embargo, se desconoce cómo se infectaron las personas.
Por lo tanto, líderes en todo el mundo piden que se investigue el origen, por su parte, la Unión Europea apoya un proyecto en el que se exigen misiones de campo científicas y colaborativas para dar con la fuente zoonótica.
Li Xingguang, investigador de la evolución viral en la Universidad de Bioingeniería de Wuhan, señala se es encuentran en una situación muy difícil, ya que este virus se ha extendido a millones de personas en todo el mundo, además, se ha transmitido a otros animales, por lo que es más complicado detectar el origen.
Pese a que los investigadores han señalado que el brote pudo iniciar por un murciélago, se cree que hubo un animal intermedio entre el portador original y el ser humano, por ejemplo, los pangolines son los primeros sospechosos, ya que especialistas en China encontraron similitudes entre el SARS-CoV-2 y los coronavirus aislados del tejido de pangolines en Malasia.
En el artículo se detalla que examinar el genoma del SARS-CoV-2 podría revelar pistas sobre posibles huéspedes intermedios y con el tiempo podrían ser utilizados para predecir los animales que se han adaptado, las especies elegidas son los murciélagos, gatos, monos y cerdos, con ellos se podría saber si el virus desarrolla un patrón similar de mutaciones con el tiempo, con lo que se revelaría en cuál de estos animales se adaptó el virus antes de pasar a las personas.