Este fin de semana salió a la luz que Pfizer e Israel hicieron un acuerdo, en el que el Estado proporcionaría acceso a diversas bases médicas de datos con la información sobre cada una de las personas a las que se le colocó la vacuna, a cambio de millones de dosis.
Es decir, que acordaron funcionar como un laboratorio de experimentación global, por lo que pretenden utilizar los hallazgos para determinar estrategias de vacunación en otras naciones.
Israel tiene almacenado los registros médicos de los ciudadanos, desde que nacen hasta que mueren. A la población se le obliga comprar un seguro médico para cada uno de los recién nacidos, además cada inmigrante que arribe debe llegar con un registro médico donde incluyan las vacunas que se le han aplicado, las enfermedades que sufrieron y los procedimientos a los que fueron sometidos.
Para los ensayos clínicos, conocer los antecedentes médicos es muy importante, al poseer Israel los datos médicos completos lo convierten en un Estado ideal para realizar pruebas para los productores de vacunas contra el coronavirus.
Benjamín Netanyhau, primer ministro de Israel, publicó un comunicado donde se dieron a conocer detalles sobre el acuerdo entre la farmacéutica y autoridades israelíes.
El escrito señala que Israel servirá como caso de estudio mundial para la vacunación rápida de todo el país, por lo que Pfizer entregó un gran número de dosis.
“Israel compartirá con Pfizer y con toda la humanidad sus datos estadísticos que ayudarán a desarrollar una estrategia para vencer al Covid-19. Podemos hacerlo porque nuestro sistema de salud es uno de los más avanzados del mundo”, indicó el primer ministro.
Con información de Infobae.