El Índice Nacional de Precios al Consumidor del Instituto de Estadística y Geografía (INEGI), señala que en México presenta uno de los niveles de inflación más altos de todo el continente americano.
Los factores principales fueron la depreciación cambiaria, la menor producción y la desconfianza de empresas, entre otros.
Desde las primeras semanas de que el coronavirus fue declarado pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la inflación perdió fuerza, y cuando empezó a crecer en la segunda mitad de abril, en cuarentena y la suspensión de actividades, la escala de presiones se aceleró en junio, al levantarse las restricciones.
En los últimos seis meses, la inflación acumulada ha sido de 0.91 por ciento, entre marzo y agosto, y en el mismo periodo del año pasado fue de 0.57%, por lo que es una de las inflaciones más altas de América, sólo detrás de unos cuantos países.
Según sus datos oficiales de su banco central, Venezuela, enfrenta una hiperinflación del 500 por ciento, mientras que Surinam tuvo 33.60 por ciento, seguido de Argentina, Uruguay y Perú.
México con el 0.91 por ciento de presenta significa que es cuatro veces más alta que la que tiene Brasil y el doble de grande que la de Estados Unidos y Chile.
La inflación durante la pandemia, en Colombia ha sido apenas de 0.02 por ciento, y en Canadá hay una delación de 0.29 por ciento.
Por su parte, el director para América Latina de Moody´s Analytics, Alfredo Coutiño, indicó en entrevista con Tláloc Puga que está situación estaría ligada con la alta volatilidad del pesos y un fuerte temor al impacto cambiario de precios.
Además señaló que la inflación se elevó por el que el consumo de bienes y servicios resultó menor que la oferta, por las transferencias del gobierno y debido a que buena parte de las compras en el país se hace en el mercado informal.
Chiapas con 3.43 por ciento es el estado con una cifra más grande de inflación, mientras que Nuevo León presentó una caída de precios de 0.05 por ciento.
José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), indica que la inflación tiende a dañar a las personas con menos ingresos, las cuales deben destinar una mayor proporción de su gasto para hacerse de la cesta de consumo básico.
Además indicó que la mayoría de gobiernos en América Latina lograron cierta estabilidad de precios en sus economías en la pandemia, mientras que en países desarrollados como Estados Unidos y Canadá, existe un marco institucional y empresarial que limita las presiones inflacionarias.