La cuádruple medallista en Río 2016, envió un correo al Comité Paralímpico de Estados Unidos en el cual explica que ella no puede competir sin la presencia de su madre debido a que es su asistente personal y sus “ojos”. Meyers padece el síndrome de Usher, motivo por el cual es sorda y ciega.
En los Juegos Paralímpicos de 2016 Becca no pudo encontrar el comedor para cenar, asimismo, no recibió ayuda, motivo por el cual fue encontrada llorando en su habitación, es por este motivo que la deportista necesita de su madre.
Entonces, en 2021, ¿por qué como persona discapacitada tengo que seguir luchando por mis derechos? Estoy hablando por las futuras generaciones de atletas paralímpicos con la esperanza de que ellos nunca tengan que experimentar el dolor por el que he pasado. Suficiente es suficiente”.
Por su parte, la madre de Meyers detalló que es inaceptable la decisión de los organizadores de los Juegos, la cual provocó que su hija renunciara a la competencia.
Declaró a ‘Washington Post’ que la nadadora se ha entregado toda su vida para competir en Juegos Paralímpicos, detallando que le parte el corazón “que no entiendan su condición, le es imposible viajar sola, sufre de crisis y quien puede ayudarla soy yo”.