Tal es el caso de un atleta de Etiopía que será recordado por los seguidores de la justa veraniega e incluso trascenderá en los libros de los Juegos.
Abebe Bikila es el africano que ganó una medalla de oro en Roma 1960. Lo curioso del caso del atleta es que no estaba contemplado para participar en el maratón en la capital italiana, ya que sería el corredor Wami Biratu quien disputaría esa competición, sin embargo, sufrió una lesión a pocos días de iniciar los Juegos y Bikila tuvo que ser su reemplazo.
Abebe comenzó la carrera con 68 participantes más que defendían la bandera de 35 países, fue en la línea de salida donde los reflectores de todo el mundo voltearon hacia el etíope ya que correría sin tenis.
No hay una versión oficial de porqué Bikila asistió descalzo al maratón aunque algunos reportes mencionan que no contaba con las zapatillas, mientras que otros medios aseguran que se le proporcionaron pero no se sentía cómodo.
A pesar de ello, el deportista se coronó campeón al ser el primero en cruzar la línea de meta a lado del Coliseo romano. Además marcó y rompió un récord mundial por terminar la competición en dos horas 15 minutos y 16 segundos al recorrer 42 kilómetros.
Abebe volvió a competir en los Juegos de Tokio en 1964 superándose a sí mismo para imponer el récord de dos horas, 12 minutos y 11 segundos aunque, esta vez, sí usó tenis.
Un año después de disputar los Juegos de México 1968 el africano quedó parapléjico y en 1973 perdió la vida a los 41 años por una hemorragia cerebral.