Morgan Freeman fue acusado por parte equipo editorial de CNN de 16 presuntos casos de comportamiento indebido o acoso sexual, pero todo resultó ser una mentira creada por la colaboradora del canal estadounidense Chloe Melas.
El periodista Tomoo Terada se dio a la tarea de investigar y sacar a la luz este fraude que sólo buscaba desprestigiar el nombre de Morgan Freeman.
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En las acusaciones de CNN, retomadas por La Saga en mayo de 2018, aseguraron que 16 personas ofrecieron sus testimonios de manera anónima, ocho de las cuales, aseguraron haber sufrido acoso sexual por la estrella del cine mundial.
Freeman incluso dio la cara para ofrecer disculpas públicas ante las repercusiones que dichos señalamientos tuvieron en su carrera, como la cancelación de proyectos, etcétera.
“Cualquiera que me conozca o que haya trabajado conmigo sabe que soy una persona que no ofendería intencionalmente o haría sentir incómodo a nadie a sabiendas. Pido disculpas a quien se haya sentido incómodo o irrespetado – esa nunca fue mi intención”, dijo el actor.
De las 14 fuentes anónimas que todavía podrían haber sido ciertas, dos más decidieron identificarse y confrontar a Chloe Melas por las acusaciones que lanzó contra el protagonista de 'Driving Miss Daisy' (Beresford, 1989).
La reportera belga Kristien Morato fue la primera. Según su testimonio, ella fue contactada por CNN sobre dos entrevistas que hizo previamente a Morgan Freeman, pero les dijo que jamás fue tratada incorrectamente.
Christopher T. Sadler, asistente del actor, fue el segundo. A través de sus redes sociales, escribe Tomoo Terada, publicó una entrada en la que describe que fue contactado por CNN, pero notó que su reportera (Melas), hablaba con animadversión hacia Freeman.
Hasta el momento, a siete meses de haberse desmentido la información, no han aparecido disculpas por parte de CNN y mucho menos de su reportera Chloe Melas.
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