Armando Vega Gil se suicidó en su casa de la colonia Narvarte la madrugada del 1 de abril de 2019, según el tweet de la banda mexicana de rock Botellita de Jerez en la que tocó el bajo, cantó y escribió las letras por 36 años.
Sin embargo, mucha gente asegura que mucho antes de las acusaciones en su contra hubo muchas alertas que lo podrían catalogar como alguien en depresión. Un ejemplo, fue su última confesión en una entrevista.
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El mexicano, además, aseguró que una de sus razones más fuertes para seguir adelante era su hijo, por quien trataba de ser una persona más amorosa, congruente, constante y creativa.
Pero una de las confesiones más fuertes fue la de un vacío que no especificó muy bien, pero deseaba que su vida no se desplomara de pronto.
"Estoy en un momento muy frágil, vivo al día, como que voy acercándome al vacío, espero que no se desplome todo", confesó el músico Armando Vega-Gil, integrante de Botellita de Jerez, semanas antes de su muerte.
"Llena de carencias, mediano encierro y ausencia del padre. Era muy retraído, aislado del mundo, jugaba solito y me costó trabajo romper con eso", dijo el escritor.
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