En esta tercera entrega, todos los fans del cantante pudieron descubrir dos etapas en la vida de ‘El Sol’, una en los años 90’s y otra a inicio de los 2000’s.
Luis Miguel ha dejado de buscar a su madre, Marcela Basteri para dedicarse a cuidar a sus dos hermanos menores, esto sin que lo hiciera de tiempo completo debido a sus compromisos profesionales.
Cris Valdés comienza a hacerle ‘ruido’ a Luis Miguel debido a que su música se escuchaba en todos lados y esto comenzaba a eclipsar al ‘Sol’, por lo que toma la decisión participar en el cierre del festival Viña del Mar.
En su etapa adulta, Luis Miguel vuelve a tener un acercamiento con su hija Michelle tras 11 años de ausencia, por lo que ella a sus 18 años lo visita en su casa y trata de rescatar la relación padre e hija.
Durante una comida, Michelle le sugiere al cantante que se iría a vivir con él para recuperar el tiempo perdido, sin esperar que su padre prefiera ofrecerle una casa nueva en lugar de compartir la suya con ella.
La fascinante historia de una de las estrellas más queridas de México continúa con giros y cambios dramáticos, además de nuevos personajes, en la temporada 2 de “Luis Miguel, La serie”. Narrados en dos líneas de tiempo, los ocho episodios muestran al cantante en una encrucijada: cómo abordar la fama a nivel internacional como ídolo del pop latinoamericano mientras busca el equilibrio con las demandas de su tensa vida familiar. En la cima de su éxito en los noventa, Luis Miguel (Diego Boneta) queda a cargo del cuidado de sus hermanos tras la muerte de su padre e intenta enmendar la relación con su novia Érika (Camila Sodi). Hugo (César Bordón), representante y figura paterna para Micky, lucha contra el cáncer, y un nuevo representante, Patricio Robles (Pablo Cruz Guerrero), agita las cosas en la agencia de talentos. Mientras intenta descifrar la misteriosa desaparición de su madre, Luis Miguel sana su propia herida paterna al reconectarse con su hija distanciada, Michelle (Macarena Achaga), a quien no ve desde hace más de una década.
