Fernández narra que tenía que hacer una entrevista en Tijuana, sin embargo, como se encontraba con su familia no quería, abordó el avión estando enojada, a su lado se encontraba un hombre, y le dice “espero que no le moleste que fume”.
Posteriormente cuando la aeromoza los atendió, ambos al mismo tiempo pidieron un vodka, continuaron bebiendo durante el trayecto a su destino, cuando llegaron a Tijuana el sujeto se despidió, a lo cual Talina le dijo “tienes que venir a mi casa a ver la puesta de sol”.
Por lo anterior, le habló a su trabajadora doméstica y le dice que prepare una cena para dos, viendo a la puesta de sol
“Legamos a la casa, cena para dos, después del postre, los coñac, como debe de ser, calcula por ahí de las dos de la mañana, imagínate un jacuzzi, velas, muchas, la brisa del mar entrando y me volteo y le digo, por cierto, ¿cómo te llamas? Y me dice fulano de tal, puta el invitado”.
Asegura que él sabía quien era ella pero Talina no sabía quien era él. Se trataba del sujeto a que tenía que entrevistar en aquella entidad.
Cuando se despertaron se fueron a hacer la entrevista, cuenta que tenía un jefe odioso “y yo llego en mi camioneta con el invitado y me dice el jefe y eso Fernández, para que veas cómo trato a los invitados”.